A la hora de crear una empresa como medio de desarrollo de nuestra actividad profesional son muchas las cuestiones de las que habremos de estar pendientes, pues además de aspectos organizativos y de gestión, existen otros ámbitos de importancia capital (trabajadores y personal, atención a clientes y proveedores, etc…). A continuación, os mostramos los cinco errores más comunes a la hora de crear un negocio.
- El tipo de sociedad elegido no es el que mejor se adapta a las características y necesidades del negocio. Si bien las formas más comunes en la práctica son la Sociedad de Responsabilidad Limitada (S.R.L) y la Sociedad Anónima (S.A.), existen multitud de formas jurídicas con rasgos diferenciados (sociedades civiles, sociedades cooperativas, comunidad de bienes, entre otras). La elección de la forma jurídica de la empresa ha de determinarse valorando diversos aspectos, como la actividad de la misma, la posibilidad de integrar nuevos socios, o la fiscalidad aplicable.
- No diseñar una estrategia comercial y empresarial. La planificación es esencial cuando se pretende iniciar un negocio. Por ello, la importancia de un buen “Business Plan” o Plan de Negocios es vital, puesto que nos permitirá poner por escrito los distintos aspectos que debemos contemplar al estudiar la viabilidad de nuestro proyecto: cuestiones financieras y técnicas, análisis del producto y comercialización del mismo, o forma jurídica de la sociedad son algunos de los elementos que habrán de ser contemplados en el Plan de Negocios.
- No registrar la marca y el nombre comercial. La marca y el nombre comercial son elementos identificativos que nos diferencian de la competencia. Para evitar plagios y usos indebidos por parte de terceros, resulta recomendable proceder al registro de la marca. De no ser así, cualquier persona que proceda a registrar una marca con nombre similar al nuestro podría obligarnos a dejar de emplearlo, con el subsiguiente perjuicio para nuestro negocio. Asimismo, el registro permite transferir o ceder la explotación de la marca a terceros sin que ello pueda dar lugar a confusiones.
- No delimitar las obligaciones y roles de cada socio. El papel de cada socio dentro de la entidad puede depender de cuestiones diversas, tales como el tipo de sociedad elegido o los recursos invertidos. Es esencial establecer desde el principio las responsabilidades sociales de cada integrante, así como regular en la medida de lo posibles las situaciones y conflictos que puedan tener lugar en un futuro próximo. Para ello, resulta extremadamente útil la creación de los pactos de socios o “pactos parasociales”, los cualespermiten regular acuerdos adaptados a la voluntad real de los asociados, evitando en mayor o menor medida la rigidez de la normativa societaria.
- No dejarse asesorar por especialistas. La asistencia especializada por profesionales es un elemento esencial que influye de manera determinante en todo negocio. Contar con expertos en asesoramiento financiero, administrativo o jurídico es un elemento de gran importancia que te permitirá gestionar de modo más eficiente tu tiempo, ahorrar costes y evitar problemas a medio y largo plazo.
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